“DORMIR BAJO EL MAR: UNA EXPERIENCIA ÚNICA”

Una proeza del diseño moderno y de la tecnología es lo que despliega Muraka. se trata de una manera de hospedaje capaz de crear una categoría de lujo totalmente nueva.

El próximo mes de noviembre, los visitantes de las Maldivas podrán ser testigos de un triunfo en el diseño moderno y la tecnología. Se trata de Muraka, una residencia albergada en el Conrad Maldives Rangali única en su tipo y capaz de crear una clase por sí misma.

Este tipo de hospedaje integra dos maneras de habitarse: tanto por encima del nivel del mar como de forma submarina.

Su nombre, Muraka, significa coral en idioma maldivo y representa de manera perfecta como la villa se ha desarrollado entre el oleaje natural del océano Índico. Es un paraíso único que podrá́ ser conquistado por los viajeros durante el otoño de este año.

La experiencia de hospedarse en Muraka comprende muros transparentes que enmarcan las habitaciones a cinco metros bajo las olas del mar. Ahí́, tanto el cuarto como el baño y una estancia conviven perfectamente entre el fantástico escenario que implica el mundo marino, con los cardúmenes y los arrecifes de coral que rodean la propiedad.

Aun cuando dicho escenario constituye un lujo por sí mismo, la experiencia de hospedarse no sería igual sin la presencia de un mayordomo disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana. Todo para satisfacer hasta los requerimientos mínimos de los huéspedes más exigentes.

Con esta propuesta, el resort del Conrad Maldives Rangali le ha dado la vuelta al guion con la primera villa erigida bajo el agua. El domo da la sensación de dormir en una pecera mientras el turquesa del agua inunda las áreas circundantes. En la parte de arriba, las villas cuentan con habitaciones adicionales, una estancia y una alberca enorme. Además, la experiencia no solo queda ahí́: Conrad ofrece Ithaa, el restaurante del resort (también sumergido), dos spas, tres piscinas y una gran variedad de actividades deportivas. Todo para construir una experiencia de viaje que ni el mismo capitán Nemo podría haber anticipado.