martes, 31 de julio de 2018


“7 MITOS SOBRE LOS FRANCESES EN LOS QUE TENDRÍAS QUE DEJAR DE CREER”



¿Cuánto crees que conoces a los franceses? Los habitantes de esta nación maravillosa de donde salen grandes artistas, los mejores perfumes y también los mejores vinos, tienen fama de no bañarse, ser rudos y otras cosas, pero, ¿son realmente así o lo que sabemos de ellos son solo estereotipos falsos? Quédate que te cuento cuáles son los mitos sobre los franceses en los que tendrías que dejar de creer.



#1 Los franceses apestan



Puede que alguna vez te hayas cruzado, o alguien que conoces se haya cruzado, con un francés que podía desprender un olor que te deja un poco mareada, pero eso no significa que todos sean así, ¿no? También hay gente de otras nacionalidades que apesta. Los franceses no serán los más obsesionados con la limpieza del mundo y no tomarán duchas a diario, pero son higiénicos.





#2 Los franceses son groseros y descorteces



¿Quién no ha escuchado decir que los franceses son rudos? Sin embargo, los franceses son, podría decirte, uno de los pueblos más amables, amigables y dispuestos a ayudar con los que me crucé en mi vida. Si bien las diferencias culturales puede que los hagan parecer rudos, solo tenemos que ponernos en su lugar y entender su cultura. Verás como así ya no resultan tan groseros.




#3 Todos los franceses fuman

¡Cómo fuman los franceses! Pero, como en todas partes del mundo, hay gente que fuma y gente que no lo hace. Puede que a veces resulte incómodo encontrarse en un país donde se fuma por todas partes si no eres fumador, pero los franceses están comenzando a prohibir el fumar en ciertos lugares públicos y tienen más tolerancia con los no fumadores. ¿Tú fumas?





#4 Las mujeres francesas no se depilan



No sé si en algún libro sobre María Antonieta se hablaba de que las mujeres no se depilaban en esa época, pero ahora sí lo hacen o por lo menos es lo que se ve en la mayoría de las playas locales. Y no solo que se depilan, sino que son súper coquetas y siempre llevan el cabello perfecto. ¡Quiero ser como ellas!




#5 A los franceses solo se les habla en francés



Si bien a los franceses les resulta un poco grosero que te dirijas a ellos directamente en inglés, por ejemplo, porque quiere decir que no tienes consideración en aprender al menos algo de su idioma, puedes manejarte en las grandes ciudades como París o Lion si saber ni un poco de francés. Un pequeño consejo: si visitarás Francia y no sabes nada de francés, antes de dirigirte a ellos en inglés, hazlo en español, lo preferirán.





#6 Los franceses no cuidan los baños



Si bien muchos de los baños públicos en Francia no son de los más limpios que hayas visto por el mundo, eso no quiere decir que cada baño de este país sea desagradable; hay muchos baños públicos que están aceptables y yo he conocido países en donde los baños públicos están peor.




#7 Todas las francesas hacen topless en la playa



¡Ya quisieran los hombres franceses! Como en muchas partes de Europa, puede que visites una playa francesa y te cruces con mujeres que no llevan la parte de arriba del traje de baño, pero, como lo que te decía del cigarrillo, no todas las francesas lo hacen; hay playas que son más del topless y hay playas que no. Tú elijes cuál visitar.





Ahora que hemos derribado estos mitos falsos sobre los franceses, estás listo para una visita a uno de los países más hermosos del mundo.

lunes, 30 de julio de 2018


“7 LUGARES PARA VISITAR EN FRANCIA… QUE NO SON PARIS”

París está considerada como una de las ciudades más bellas del mundo, sino la que más. Es por ello que muchas veces la imagen de Francia siempre queda ligada a la Torre Eiffel, a los barcos del Sena y las tiendas de Campos Elíseos, olvidando que la patria gala es, ante todo, un país de contrastes y bellos escenarios tanto históricos como naturales.

En este artículo vamos a analizar esos 7 lugares para visitar en Francia... que no son París.

#7 Mont Saint-Michel

Declarada Patrimonio de la Unesco, esta montaña alojada en la zona de Normandía, al norte de Francia, debe su nombre a la abadía construida en honor al arcángel San Miguel. Alrededor de esta yacen diferentes casitas que conforman un pueblo aislado por unas altas mareas que, en ocasiones, impiden el paso del visitante por vía terrestre.

Todo un clásico a visitar durante nuestro paso por Normandía y cuyo encanto reside al comenzar esa noche en la que el monte, como una luciérnaga, brilla en la oscuridad orgullosa de su condición de fortaleza inexpugnable.





#6 El Valle del Loira 

Famoso por sus castillos, el Valle del Loira supone un viaje en el tiempo a esos castillos de estructura imponente envueltos en la niebla y asomados al río Loira, la verdadera alma de tan histórico escenario.

Ideal de visitar en bicicleta y reservando un hueco para un pic-nic imprevisto aderezado de una buena copa de Val de Loire, el gran atractivo reside en los casi 50 castillos que componen la ruta y entre los que destaca el Château de Chambord, mandado a construir por el rey Francisco I en el siglo XVI.




#5 Giverny

Situado al oeste de París y a media hora de tren, este delicioso pueblecito es famoso por acoger a finales del siglo XIX a Claude Monet, el famoso pintor impresionista que encontró en los lagos y jardines de su nueva vivienda la inspiración para crear su famosa colección de Nenúfares.

Un puente envuelto en sauces, el encanto de la casa-museo conquistada por la naturaleza y el encanto rural del pueblo son algunos de los motivos por los que pasar un día en Giverny es un obligado.





#4 Lyon

No podemos pasar por Francia sin degustar una gastronomía típica digna de ser Patrimonio de la Humanidad. Pero si, aun así, preferís ir sobre seguro, la mejor opción recae en la tercera ciudad más grande de Francia: Lyon, cuna del famoso cervell de canut, un delicioso queso fresco típico, el poulet Célestine aderezado de champiñón y tomate, o sus quenelles, deliciosas croquetas de pescado.

Una selección de platos a degustar en sus típicos "bouchons" o, incluso, aprender a elaborar mediante un curso de cocina.




#3 Avignon

El mejor umbral a la famosa Provenza francesa es Avignon, conocida por ser la Ciudad de la Cristiandad durante la Edad Media y sede del conocido como castillo gótico más grande del mundo: el Palacio de los Papas, construido en el siglo XIV.

Atracciones religiosas aparte, Avignon ofrece bellos paseos por el puente St. Bénezet, el cual atraviesa el río Ródano, una amplia oferta cultural repartida entre sus museos y teatros, o una escapada a la postal más característica de la Provenza: sus extensos campos de lavanda.





#2 Villefranche-sur-Mer

La famosa Riviera Francesa, también conocida como la Costa Azul, no sólo ofrece ciudades míticas como Nice o Cannes, sino también algunas de las mejores rutas del Mediterráneo.

En concreto, debemos recalar en Villefranche-sur-Mer, un pueblecito de casas coloridas y puerto coqueto cuyo paseo veraniego es sólo el preámbulo de un recorrido por las mejores playas del sur de Francia.

De todas ellas, Paloma Plage se proclama como una de las mejores ensenadas del apacible Cap-Ferrat.





#1 Chamonix-Mont-Blanc

Del calor de la Riviera pasamos al frescor de las cumbres del Mont-Blanc, cuya parte francesa ofrece algunos de los mejores escenarios para los amantes del esquí y el turismo de aventura. Chamonix-Mont-Blanc se convierte en el pueblo más representativo de estos escarpados paisajes blancos, ideales de surcar en tabla de snowboard o conocer de forma más relajada mediante un paseo en teleférico. Todo un clásico para el turismo de invierno.

Estos 7 lugares para visitar en Francia que no son París demuestran el contraste del país galo, un crisol de sabores, construcciones y paisajes en cuyo encanto reside la variedad: desde campos de lavanda a viñedos míticos, pasando por ciudades para comérselas, playas perdidas o montañas nevadas en las que perdernos del mundo.



¡Bon voyage!

¿Qué sitio de Francia te encantaría visitar?

viernes, 27 de julio de 2018


 “¿VIAJANDO A FRANCIA? QUE HACER Y QUE NO HACER”

Hace algún tiempo viaje a Francia. A mí no me gustan los viajes organizados y prefiero viajar a mi aire, porque pienso que es la única manera de entrar en contacto con el verdadero país y sus gentes. Este modo de viajar es más duro y más caro que otros, pero también más agradable, relajante y te da un punto de vista diferente de la cultura y forma de vivir.


De mi experiencia aquí tienes mis consejos si planeas viajar por tu cuenta a Francia. Ten presente que esto no es una guía de viaje, ni pretende serlo. Son solo mis observaciones sobre mí viaje. Quiero dejar claro que este es MI PUNTO DE VISTA PERSONAL y que de ninguna manera es mi intención el criticar a la gente o la cultura Francesa. También debes tener en cuenta que son mis observaciones de cuando viaje. Las cosas pueden haber variado (para bien o para mal) desde entonces.

-         Si estas pensado disfrutar de la maravillosa Riviera francesa, cambia de idea. La archiconocida Costa Azul es poco más que una costa urbanizada y superpoblada que se extiende a lo largo de más de 80 Kms y Sain Tropez, San Rafael y Cannes no son más que otro centro turístico cualquiera.

-         En cualquier caso, si persistes en la idea de visitar la zona en coche, evita hacerlo en fin de semana en verano (Como yo estúpidamente hice). Te pasaras el día entero en un interminable atasco.


-         En mi primera comida en territorio francés descubrí que los horarios de comidas en ese país son bastante limitados y diferentes a lo que estamos acostumbrados en España....Para mí sorpresa casi todos los restaurantes cierran a la 1:30 de la tarde y a partir de esa hora solo es posible comer algún que otro bocata o crepe por los chiringuitos...así que hay que acostumbrarse a comer temprano.

-         Afortunadamente, al fin llegué a Mónaco ... donde vale la pena estar uno o dos días (Aunque no más). En este tiempo se puede ver casi todo en este pequeño exponente de lo que deber ser la buena vida.

-         Una visita obligatoria es el Museo Oceanográfico. Todo allí, desde el acuario y el museo al edificio en sí mismo (construido justo sobre el acantilado de la costa) es digno de mención. Te puedes pasar la mañana entera en él y luego comer en el restaurante de la terraza.


-         Si quieres cenar en un buen restaurante a un precio razonable (tan "razonable" como puedan ser los precios en Mónaco, por supuesto) te aconsejo la "Maison du caviar", cerca de Beausolei. No confundirse por el nombre del restaurante, tiene muchos otros platos aparte de caviar.

-         Los hoteles en Mónaco son extremadamente caros. Una buena alternativa es alojarse en el hotel Olympia, que está en Beausolei (Francia), pero solo a unas calles de Mónaco y a un corto paseo de distancia del Casino de Montecarlo. Es un hotel pequeño y recomendable a unos precios asequibles.

-         A no ser que tengas un Rolls o un Ferrari no conduzcas cerca del Casino, de otro modo te sentirás muy, muy poca cosa.

-         De Mónaco fui a Grenoble. Esta ciudad no vale un viaje por sí misma, pero puede ser una buena alternativa para pasar un día de camino hacia Paris. No olvides pasar una tarde visitando los alrededores, hay muchas carreteras secundarias que llevan a las estaciones de ski de los cercanos Alpes que te darán un agradable y excelente visión del entorno.


-         En Grenoble, no desperdicies el tiempo yendo a la catedral, es simplemente otro edificio (y no uno de los mejores, dicho sea de paso). En su lugar puedes coger el teleférico de "la bastille" desde donde, si las condiciones climatológicas son favorables, disfrutaras de una magnifica panorámica de la ciudad con los Alpes al fondo.

-         Si visitas la ciudad un martes primero de mes, no corras a los refugios cuando oigas la alarma de bombardeo a las 12:00, está sonando simplemente en honor a los trabajadores, la ciudad no está siendo atacada.

-         Un buen hotel para alojarse ahí (siempre dentro de mi reducido presupuesto) es el Hotel D'Angleterre. Ellos también ofrecen un interesante descuento en el parking publico cercano y en los tickets del teleférico de "la bastille".

-         Otro día de camino y llegamos a Paris. Esta es a ciencia cierta una de las ciudades más bellas del mundo y no es un tópico, es la verdad. Al menos una vez en la vida tienes que visitar Paris.


-         Uno de los problemas de Paris es el denso, y de alguna manera caótico tráfico. Lo mejor que se puede hacer si se va en coche es buscar un parking cerca del hotel y dejarlo dentro cuanto más tiempo mejor.

-         En Paris, prepárate a pagar por todo. No esperes hacer nada, aparte de caminar por los bulevares y visitar iglesias, sin pagar, incluso el usar los lavabos del bar te costará 2 francos.

-         El mejor modo de moverse por la ciudad es, por supuesto el metro. Puedes comprar un ticket especial para turistas llamado "Paris Visite" que puede ser usado durante un cierto número de días (1 a 5). Pero recuerda que el día que lo compres cuenta como un día completo, o sea, que si compras un ticket para dos días a las 23:00 solo lo podrás usar durante 25 horas, así que lo mejor es comprarlo temprano por la mañana.


-         Sólo un comentario en relación a los bares. Mientras que en España una de las cosas más baratas que se pueden beber es un agua mineral, parece ser que en Paris el agua es para magnates. Prepárate a pagar de 20 a 30 francos por una botella de 1/4 L, el café cuesta la mitad de eso, más o menos.

-         Te recomiendo que pases un día visitando Versalles, no la ciudad por supuesto, sino el palacio y los jardines, entenderás entonces donde tuvo lugar la revolución francesa.

-         Si vas a Versalles y te encuentras todas las tiendas cerradas, eso es porque es lunes curiosamente, casi toda la actividad de la ciudad tiene que ver con los visitantes del palacio y este no puede visitarse los lunes.

-         Bien, ¡¡no has planeado muy bien tu visita y no tendrás la oportunidad de contemplar las maravillas que esconde el palacio, pero no te entristezcas !!, todavía podrás visitar gratis los exteriores del edificio y bajar por los jardines hasta el lago sin ver a casi nadie algo que ciertamente no se puede hacer el resto de la semana. ¡¡¡Te lo creas o no, YO TENGO algunas fotos de Versalles SIN ninguna persona!!  algo que muy pocos turistas puede decir.


-         Otro comentario respecto a Versalles, no te olvides de llevar algunos trozos de pan contigo, de lo contrario no tendrás la oportunidad de dar de comer a los peces (carpas creo) que están acostumbrados a sacar la cabeza del agua para coger la comida de la mano de los turistas, como si fueran perros.

-         Si vas a subir a la torre Eiffel debería saber que puedes hacerlo gratis (por las escaleras, por supuesto, pero también se puede coger el ascensor (un "poco" más caro, dicho sea de paso). Si planeas ir al "tercer" piso (el más alto) y cuando llegues a la torre ves un cartel anunciando que "el tercer piso está cerrado", no te preocupes, solamente quiere decir que está cerrado "en ese preciso momento", posiblemente lo abran media hora más tarde o incluso antes...Simplemente ponte a la cola y compra tu ticket para el "top flor". La vista desde arriba de la torre merece la espera y el precio...

-         No te voy a recomendar que visites nada en concreto. Hay sensacionales guías de viaje de Paris y de hecho TODO vale la pena ser visitado (incluso la preciosa iglesia que tenía al lado del hotel, que ni siquiera estaba mencionada en las guías, y que a algunas ciudades ya les gustaría tenerla como catedral). No planees estar menos de 5 días en Paris, en esos días sólo hay tiempo de echar un primer vistazo a los sitios más destacados.


-         A pesar del hecho de que me encantó Paris, tengo que admitir que me canso pronto de las grandes ciudades, y así decidí tomar unos días de descanso antes de volver a casa. Así que fui a la parte central de Francia, donde hay famosos balnearios de aguas termales, en la región de Auvernia.

-         Para ser más exacto, estuve dos días en el pequeño pueblo de Mont Dore. El encanto y belleza de los paisajes, junto con la paz y el silencio hacen de esta zona uno de los mejores sitios para descansar.

-         Un hotel recomendable en Mont Dore es el hotel "Le Panorama" como su nombre indica tiene una hermosa vista sobre el pueblo y el valle es extremadamente tranquilo y puedes pasar el tiempo en la piscina, jugando al ping-pong o al billar, o simplemente sentarte en el salón a fumar un puro mientras observas la lluvia a través de los amplios ventanales. A pesar de que me gustó mucho el lugar y las facilidades de este hotel, no puedo decir lo mismo de las habitaciones y del personal ambos necesitan una "puesta al día".


-         Si te quedas exhausto de todo esto te recomiendo que cojas el coche y visites algunos de los preciosos pueblos medievales de los alrededores, y disfrutes de sus quesos y embutidos regionales.

-         No muy lejos también hay una curiosa granja de canguros y castores...Al contrario que en los zoos convencionales puedes hacerte fotos tocando y dando de comer a los animales, interesante, ¿no? Es barato y tú, tu pareja y los niños pueden tener una bonita experiencia con estos animales "salvajes".

-         También, en el hotel mismo, hay el restaurante L'Oree du Bois donde puedes catar algunos de los maravillosos platos locales antes de volver a casa.


jueves, 26 de julio de 2018


“COSTUMBRES DE FRANCIA”

Las costumbres de Francia han sido enriquecidas y transformadas a lo largo de la historia producto de las corrientes migratorias que han llegado a este país, aunque este país ha sabido mantener una importante riqueza en sus maneras y ritos que hacen para quienes tienen la posibilidad de presenciarlas y disfrutar de ellas algo inolvidable, aunque en la actualidad las ciudades más grandes ya tienen una influencia muy fuerte de las colonias africanas, europeas y sudamericanas que habitan en ellas.

Para quienes viajan de países más informales es importante recordarles que la manera en la que se saluda es muy importante, en donde se debe cada vez que nos presentan alguien estrechar la mano del desconocido siendo cortes, además no se dan besos sino hasta cuando se tiene mucha confianza, cosa que se realiza incluso entre hombres, cosa que para algunas nacionalidades es muy impactante.


Otra de las cosas que es importante saber es que la puntualidad en Francia no es tan estricta como en Inglaterra, siendo los galos mucho más permisivos, entendiendo que llegar 20 minutos después de la hora establecida no es considerado mala educación, pero se debe entender que para una cita esta bueno que la persona pregunte porque las distancias en París por ejemplo son muy grandes, por lo que se puede llegar a demorar mucho más de lo que en otros lugares del mundo.

Otras costumbres interesantes de Francia

Saludarse con un apretón de manos como acto de cortesía o el beso en ambas mejillas entre hombres y mujeres es una costumbre de los franceses, sumándose a esto acompañar el saludo con el nombre de pila entre conocidos o el título profesional entre quienes no tienen familiaridad, o también añadiendo monsieur (Señor), madame (Señora) o mademoiselle (Señorita) como señal de respeto.


A pesar de dedicar los fines de semana a la vida social los franceses tienen por costumbre no hacer ninguna visita sin previo aviso y si se trata de una invitación para almorzar o cenar suelen llevar una botella de vino como obsequio para los anfitriones.

Una costumbre que puede no resultar muy cómoda para los turistas es que los franceses muy rara vez responderán en un idioma diferente al suyo pues aprecian que quienes visitan el país por lo menos intenten hablar su idioma aún, cuando lo hagan con solvencia.

Costumbres y tradiciones religiosas de Francia

Las fiestas cívicas en general y las religiosas en particular marcan el calendario de Francia donde orígenes, historia y tradiciones forman parte de la cultura popular del país que puede verse más auténticamente en las regiones más alejadas de las grandes ciudades.


Con una vida religiosa sumamente activa los franceses celebran numerosas festividades de carácter religioso como la Semana Santa que incluye el tradicional Domingo de Ramos, el Jueves Santo, como celebración de la última cena de Jesucristo y el Viernes Santo donde se destacan la Pasión y Muerte de Cristo en la Cruz, mientras que día de Pascua es una fiesta de repique de campanas y una jornada dedicada en especial a los niños que emprenden desde la mañana los huevos de Pascua.

Los cristianos celebran en Francia cada año la Fiesta de la Ascensión que tiene lugar la quinta semana después de la Pascua y se transforma en un anticipo de las vacaciones de verano, época en que los paisajes de todas las regiones se transforman con la llegada de la primavera.


En esta Fiesta de la Ascensión muchos pueblos de Francia se realizan procesiones y eventos populares que vienen de varios siglos atrás, incluyendo una gran procesión fluvial por el Sena alrededor de las islas Saint-Louis y de la Cité, sumándose las denominadas Fiestas Marianas de Puy-en-Velay y la procesión internacional que se realiza en Notre-Dame du Puy.

Ya el 1ro. de noviembre se festeja el Día de Todos los Santos, cuando la Iglesia Católica honra a todos los santos conocidos o desconocidos, en tanto que el día siguiente Día de Todos los Difuntos, es la jornada que brinda la posibilidad a las familias de visitar las tumbas de sus familiares y amigos, siendo tradición llevar crisantemos como ofrenda, una costumbre que viene de la Edad Media.


Es importante resaltar que en ambas fiestas se distinguen colores diferentes en los ornamentos utilizados para decorar los edificios católicos, color blanco para el Día de Todos los Santos y el lila para el Día de los Difuntos.

miércoles, 25 de julio de 2018


“DÓNDE COMER EN FRANCIA”

Comer en Francia no es, ni complicado, ni excesivamente caro. La gastronomía francesa es muy diversa, sabrosa y accesible. Los restaurantes abundan y la calidad de la comida es por lo general buena. Además, como les decíamos antes, los precios no son prohibitivos. Eso sí, deben respetarse una serie de consignas simples para evitar malas sorpresas. A continuación, les daremos unas cuantas pistas para que su viaje culinario sea perfecto y se adecue a sus propios deseos.


Visite las páginas: Gastronomía de Francia y   Gastronomía francesa, para ampliar sus conocimientos sobre los platos y las especialidades más comunes. Después, no olvide que, en cada ciudad, espacio natural y otros destinos encontrará una sección dedicada a dónde comer y a la gastronomía local. Allí les informaremos de las especificidades de cada lugar. Pero vayamos con las pistas.

1-    Como hemos dicho los precios no son excesivos. Sin embargo, existen restaurantes para todos los gustos y, por supuesto, para todos los bolsillos. En principio, el lujo se ve, pero para evitar sorpresas no dude en mirar bien la carta que se exhibe al exterior de los restaurantes. Consulte el precio de los menús, sobre todo en las zonas turísticas, más dadas al abuso. De todas maneras, el sector hostelero francés es serio.


2-    Normalmente la comida se compone de dos platos y un postre. El primer plato suele ser “ligero”, una ensalada, crema o sopa. Carne, sobre todo en el segundo, y postres con queso muchas veces. Los grandes comedores deberán acostumbrarse a una sabrosa frugalidad, o pedir más platos.

3-    La bebida suele incrementar, como muchos países, la “addition”, la cuenta que pagaremos. Sin embargo, es posible pedir agua, agua del grifo, de excelente calidad y sabor y además gratuita. Los franceses lo hacen y a nadie le parece sorprenderle. Evidentemente, esto no se hace en el Ritz.

4-    El queso es muchas veces, casi un plato de la comida. No tanto, es cierto en los menús de las zonas turísticas.


5-    La más importante. Los horarios de comidas en Francia difieren y mucho de los españoles. Si quiere desayunar, infórmese de los horarios, generalmente a partir de las 10 se ha terminado. Se come a partir de mediodía, no a partir de las 2 de la tarde. Y las cenas pueden empezar a servirse a las 7 de la tarde. A las 11 la mayoría de los restaurantes ya hace tiempo que han cerrado.

En definitiva, ningún problema particular para disfrutar de la gastronomía francés, exceptuando los horarios.

martes, 24 de julio de 2018


“LOS 10 MEJORES LUGARES PARA VISITAR EN FRANCIA”

Durante más de dos décadas, Francia ha reinado como el destino turístico más popular del mundo, que recibe 82 millones de turistas extranjeros por año. Personas de todo el mundo se sienten atraídas por sofisticada cultura de Francia, lugares deslumbrantes, exquisita gastronomía, vinos finos, castillos románticos y un paisaje pintoresco. Esta es una visión general de los mejores lugares para visitar en Francia.

1) Paris

Atrae a más de 45 millones de visitantes al año, París es el destino turístico más popular del mundo. Apodada la Ciudad de las Luces, Ciudad del Amor y la capital de la moda, París es la capital de Francia, conocida por su ambiente romántico y líder en diferentes industrias como el entretenimiento, la gastronomía, la moda y el arte y la cultura.


2) Niza

Hermosas playas, un clima espectacular del Mediterráneo, tiendas vibrantes y atractivos colores, hacen de Niza uno de los lugares más populares para visitar en Francia. Situado en la Costa Azul en el sudeste de Francia, Niza es una ciudad balnearia en expansión que ofrece algo para todos.


3) Burdeos

Edificados sobre el río Garonne a sólo media hora, Burdeos es una ciudad portuaria importante rellena de fina arquitectura, lugares históricos, tiendas excepcionales y un arte de clase mundial y la escena de la cultura. Una visita a Burdeos no estaría completa sin un paseo por la zona vinícola circundante donde los turistas pueden admirar pueblos pintorescos, viñedos y chateaux.


4) Valle del Loira

Un destino turístico muy popular, el Valle del Loira es una región en el centro de Francia, considerado por sus espectaculares paisajes, espléndida castillos, viñedos y pintorescos pueblos históricos. El Valle del Loira se extiende 175 millas a lo largo del río Loira, dando vueltas a través de algunos de los pueblos más bellos de Francia y palacios con encanto.


5) Biarritz

A pocos kilómetros de España, en el corazón del País Vasco francés, Biarritz es una tranquila y elegante localidad costera. Situada en el Golfo de Vizcaya, Biarritz es muy apreciada por sus hermosas playas que ofrecen un excelente lugar para nadar y surf de clase mundial.


6) Arles

Una vez que la casa de la artista principal, Vincent van Gogh, Arles es una ciudad provenzal de la tranquilidad y la belleza remota de arresto. Una de las mayores atracciones de la ciudad son los restos supervivientes de la arquitectura romana, que incluyen el Anfiteatro Romano. Este gran escenario sirve hoy como un lugar para las corridas de toros, fiestas y otros eventos especiales.


7) Estrasburgo

Situado justo en la frontera de Francia y Alemania, Estrasburgo es la ciudad capital de la región de Alsacia. La ciudad sirve como la sede del Parlamento Europeo y numerosas otras instituciones europeas importantes, como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el Consejo de Europa. Centro histórico de la ciudad, la Gran Isla, es lo que hace Estrasburgo uno de los mejores lugares para visitar en Francia.


8) Cannes

Hasta el siglo 19, Cannes era un tranquilo pueblo de pescadores, pero hoy en día es una ciudad costera encantadora hecha famosa por el Festival de Cine de Cannes. Esta lujosa ciudad de vacaciones se encuentra en la Riviera francesa del sudeste de Francia, favorecida por su suave clima mediterráneo y magníficas playas.


9) Lyon

Situado en el centro-este de Francia, Lyon es la capital del departamento de Ródano, en la región de Ródano-Alpes. Con una larga historia, Lyon es hoy la tercera ciudad más grande de Francia, conocida por su arquitectura histórica, gastronómica y vibrante escena cultural.


10) Marsella

Una de las ciudades más antiguas de Europa y la segunda ciudad más grande de Francia, Marsella es un importante puerto marítimo del Mediterráneo frente a la costa sureste de Francia. Con un clima idílico, ruinas romanas, arquitectura medieval y lugares culturales destacados, Marsella es una ciudad de trabajo con varias universidades e industrias.

lunes, 23 de julio de 2018


“FIESTAS Y TRADICIONES FRANCESAS”

Existen en Francia como en todos los países, fiestas y celebraciones de importancia. Sin embargo, no es el país de la fiesta, como se suele decir de España, de los países caribeños o Brasil. Las fiestas son más cortas, menos exuberantes y con mucho menos ambiente que sus equivalentes españoles. Las celebraciones no ocupan la calle de la misma manera, ni hacen tanto ruido, ni por lo tanto, ensucian tanto, ni molestan, ni paralizan las ciudades y los pueblos como en España o América Latina. En ese sentido son fiestas y celebraciones más europeas y, por lo tanto, más aburridas.


Para empezar las fiestas son nacionales, habiendo muy pocas puramente locales o regionales. Además, dada la poca presencia de la religión, las fiestas religiosas se reducen a la mínima expresión (Navidad, Todos los Santos…). En París prácticamente no existen, de hecho, los días festivos no se consideran fiesta sino vacación, es decir no laboral. Por ejemplo, el 1 de mayo no es fiesta, es el día del trabajo, hay manifestaciones y se recuerdan los problemas sociales. Pero a nadie se le ocurre salir por la noche a tomarse unas copas. Los viernes y los sábados el ambiente nocturno es un poco mayor, pero fuera de las grandes discotecas no se nota y pronto se termina. Por ello no vayan a Francia pensando en repetir las salidas nocturnas que realizan en su ciudad, será prácticamente imposible.

Todo esto que les hemos dicho no es cierto, en determinadas fechas señaladas, o durante ciertos periodos o fiestas concretas. Por ejemplo, en París la gente sale masivamente a la calle el 14 de julio, fiesta nacional francesa, el 31 de diciembre, fin de año, Reveillon, y durante la nuit blanche, normalmente en octubre. En esos días hay mucha gente en la calle, pero olvídese del ambiente y el desmadre de España, por ejemplo. Francia es un país para visitar, para disfrutar de su naturaleza, de sus ciudades y su cultura, pero no para salir de fiesta.


Con esto no queremos decir que no existan celebraciones de interés, las hay y muchas, pero se orientan hacia la cultura, la fiesta gastronómica, ponderada siempre, el concierto musical, etc. También es cierto que hay excepciones.

Las celebraciones nacionales.

Además de la conmemoración de la toma de la Bastilla, se celebra el 11 de noviembre, el día del Armisticio que puso fin a la I Guerra Mundial; el desembarco de Normandía el 6 de junio, Halloween la noche del 31 de octubre, la fiesta de la música, etc. Normalmente están relacionadas con la historia y la memoria histórica, algo de lo que deberíamos aprender.

Suele haber actos públicos, se canta la Marsellesa y se pasea, nada de aglomeraciones alcohólicas, por tanto, interesantes desde el punto de vista histórico y cultural, peor aburridas si lo que se espera es una juerga.


El Carnaval

El Carnaval no es especialmente celebrado, excepto en los departamentos de Ultramar, de Martinica, Guayana Francesa, Guadalupe y La Reunión. En la Francia continental destacan sobremanera el Carnaval de Niza, el más importante del país, con más de un millón de visitantes y dos semanas de fiesta y espectáculo. Y también los Carnavales del norte de Francia, sobre todo el de Dunkerque, y menos el de Lille.


Celebraciones locales

Todas las ciudades y los pueblos conmemoran hechos nacionales o locales. A veces encontramos acontecimientos particulares, como el recuerdo de una batalla, de la llegada de los romanos, fiestas medievales, representaciones de teatro de calle, etc. Otra vez nos encontraremos con pequeñas celebraciones, muy encuadradas y que no son muy vivaces, dada la ausencia del ambiente de calle que se encuentra por cualquier ciudad española o latinoamericana. Ese es el elemento clave, ya normalmente los bares cierran pronto, los restaurantes muchas veces no abren los domingos y a las 10 las ciudades parecen ya dormidas. Las fiestas, de alguna manera, continúan ese habito.


Excepciones.

Como en todo hay excepciones. A veces tienen que ver con periodos vacacionales y lugares como la costa mediterránea donde se junta mucha gente durante el periodo estival. Otras veces se trata de grandes conciertos o festivales de música rock, rap o electrónica donde se reúnen miles de personas.

Finalmente hay ciertas excepciones donde durante un corto periodo de tiempo podemos ver a miles de personas invadiendo la calle. Citaremos dos excepciones que por su cercanía y por su regusto a tauromaquia recuerdan a España. Es más, su nombre es español, se trata de las Ferias de Nimes y Bayona. Fiestas conocidas en toda Francia, donde una muchedumbre toma las calles en la que encontramos los típicos o casetas donde el alcohol y la música corren a raudales. ¿Curioso verdad? En resumen, a Francia se va a aprender y disfrutar intelectualmente, incluso durante las fiestas.