“LOS 5 GÉISERES MÁS
IMPRESIONANTES DEL PLANETA”
Los géiseres son fenómenos de la naturaleza que bien valen
una buena desmañada, pues la fuerza de muchos de ellos puede apreciarse mejor antes
de que salgan los primeros rayos del sol. Se encuentran en zonas geotérmicas,
de gran actividad volcánica y consisten en agujeros en la corteza de la tierra
donde se escapan, a manera de fuentes potentes, vapores y chorros de agua a
temperaturas tan elevadas, que podrían cocinar un pollo en minutos. Aquí te
presentamos cinco maravillas creadas por una naturaleza "ardiente y
furiosa".
1. Islandia el Origen: La palabra géiser es una de las pocas
que pasaron del islandés a otros idiomas. Deriva de un vocablo que significa
brotar o surgir. Así llamaron los vikingos al sitio donde se encontraron por
primera vez este curioso fenómeno natural. Y ese lugar conservó su nombre:
Geysir.
Es una de las tres atracciones del Círculo de Oro, el
circuito turístico más popular de Islandia. Además de ver un géiser en
actividad hay que ir a Thingvellir (donde se reunía la asamblea de los jefes
vikingos en torno al año 1000) y las cataratas de Gulfoss. Hace mucho que el
géiser original no tiene actividad regular, pero cuando vuelve a escupir agua y
vapores es una noticia nacional. Al lado, se pueden admirar los chorros de agua
de Strokkur expulsados a más de 20 metros de altura cada 5-10 minutos.
2. Estados Unidos: El más famoso El parque Nacional
Yellowstone, en Wyoming, es uno de los lugares con mayor actividad geotermal
del planeta: tiene más de la mitad de las fuentes de aguas calientes y los
géiseres conocidos en el mundo. Entre ellos es posible admirar el famoso Old
Faithful y el más grande, Steamboat. El primero es bastante regular y lanza un
chorro a 40 metros de alto cada una o dos horas. El segundo es considerado como
el mayor, pero su actividad es irregular. Volvió a despertar recientemente,
luego de quedar dormido por varios años.
En 2013, su chorro superó los 100 metros de altura y en 2005
estuvo en actividad durante un año y medio. Al igual que en Geysir, Yellowstone
es un catálogo completo de la actividad térmica del subsuelo: columnas de
vapor, fuentes que brotan a distintas temperaturas, barros hirviendo, aguas de
colores. Pero nada se compara con el Grand Prismatic Spring, fuente natural de
112 metros de diámetro cuyas aguas están saturadas de azufre y óxido de hierro,
van del azul intenso hasta el amarillo y ocre o naranja, colores generados por
pequeños organismos que prosperan en una temperatura de 70º C.
3. Chile El Tatio: En América Latina los géiseres más
conocidos son los del Tatio, en el desierto de Atacama, al norte de Chile. El
sitio totaliza unos 80 géiseres y es uno de los destinos geotérmicos más importantes
del mundo, junto con Yellowstone y la Dolina Gueïzérov, el valle de los
géiseres en Kamchatka, Rusia.
En el Tatio, a unos cuatro mil 200 metros de altura sobre el
nivel del mar, los géiseres son numerosos. Sus columnas de vapor y agua pueden
alcanzar una altura de siete metros y su temperatura es aproximadamente de 86°
C.
4. Nueva Zelanda tradición maorí: El
archipiélago maorí es el resultado de la actividad volcánica del Cinturón de
Fuego que rodea el océano Pacífico. Es una de las regiones con mayor actividad
geotérmica del mundo y cuenta con volcanes activos, lagunas de barros
burbujeantes, fuentes de aguas sulfurosas y otras rarezas geológicas. El mayor
destino turístico del país, Rotorua, es de hecho originalmente un centro termal
sobre un sitio de intensa actividad telúrica.
Desde antaño los maoríes ya aprovechaban sus fuentes de aguas
hirvientes. Sus descendientes desarrollaron el complejo turístico Te Puia (El
Volcán), donde se puede pasar el día para conocer un valle de fuentes
calientes, ver géiseres y acercarse a la cultura maorí. El mayor géiser de
Nueva Zelanda, Pohutu, está dentro del complejo. No siempre se lo ve en
actividad, aunque cuando descansa siempre hay otros -más chicos- que salvan la
visita y las fotos.
5. Japón el dragón:Hay muchos géiseres en todo Japón.
El más conocido es el Onikobe, en el pueblo termal de Naruko. El agua de su
chorro alcanza los 100° C y se eleva hasta 20 metros. Los japoneses dicen que
evoca el soplo de un dragón. Naruko es fácilmente accesible en tren desde
Tokio, en el norte de Honshu, la isla principal. No hay que olvidar llevar
huevos para preparar onsen tamago: hervidos con el agua de las fuentes
termales.
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