¿Qué hacer
si te mareas en un viaje?
Ahora que llega el
buen tiempo nos invaden las ganas de coger cualquier medio de transporte y
viajar para conocer otros lugares. El coche, el tren, el autobús o incluso el
avión y el barco son algunas de las opciones, pero podemos encontrarnos con un problema muy molesto que puede estropear
nuestro viaje: el mareo. Si eres de las personas que no pueden evitar
marearse cuando viaja (junto a los demás síntomas que conlleva) sigue leyendo
porque te damos algunos consejos
para que esta molesta sensación no te arruine tu aventura.
¿Por qué se sienten mareos en los viajes?
Sentirse mareado
mientras el cuerpo está en movimiento dentro de un vehículo es una experiencia muy común entre las
personas, especialmente en los niños. El motivo reside en que mientras que el
equilibrio, dentro del oído, recibe señales de que se está llevando a cabo
movimiento (incrementado por las curvas o los baches del camino) la vista no lo
hace. Esto envía señales confusas al
cerebro y por lo tanto se desarrolla el malestar.
Los síntomas más
frecuentes que pueden aparecer son los mareos, las náuseas y los vómitos, pero
también pueden manifestarse dolores de cabeza y de estómago, extrema salivación
o sudoración e incluso hiperventilación en casos agudos. Sin embargo, no dejes
que este inconveniente frene tus ganas de viajar, ya que existen técnicas para prevenirlo.
¿Cómo actuar frente a los mareos?
Puede ser
complicado impedir totalmente los mareos que se producen mientras viajamos,
pero ciertamente se puede paliar su
intensidad. Estos son algunos consejos que puedes practicar cuando
viajas en cualquier vehículo, ya sea por tierra, aire o mar:
- Vigila lo que ingieres antes de ponerte en
movimiento: esto incluye tanto la comida como la bebida. Si crees que
algo te puede sentar mal porque ya lo has experimentado previamente no tientes
a la suerte y no lo consumas. Evita subir al vehículo con el estómago
totalmente lleno, así como las comidas que lleven picante o sean especialmente
grasas y pesadas. Llévate alguna bebida con gas, ya que ayudan a calmar los
estómagos alborotados.
- Es recomendable alejarse de los olores fuertes;
propician la aparición de las náuseas.
- Si tienes la
posibilidad elige el asiento donde
experimentes el menor movimiento posible. Si viajas en coche lo mejor es
ser el propio conductor, pero si no se puede el asiento de al lado es el más
conveniente. Si utilizas el avión la localización más aconsejable es al centro,
sobre el ala. Y en el barco ocurre lo mismo, intenta permanecer en el centro y
mantén la vista en el horizonte.
- En el caso de que
tengas la oportunidad abre la ventana
para que entre aire fresco.
- No intentes leer o incluso ver una película
mientras dure el viaje ya que esto envía más señales confusas al cerebro y no
puede conciliar lo que el cuerpo siente con lo que está viendo. En su lugar trata de cerrar los ojos y dormir.
- Aunque es posible
que te aburras no mires otros vehículos
en movimiento o las olas si estás en alta mar. Como hemos indicado es
mejor si cierras los ojos o mantienes la vista en el horizonte (o en su defecto
en un punto fijo).
- Cuando viajes en
tren intenta obtener un asiento en el
que tu postura acompañe la dirección en la que vaya al tren. Si te sientas
en sentido contrario es más probable que aparezca el mareo.
- En los viajes
largos aprovecha la menor oportunidad para salir, tomar aire fresco y estirar las piernas.
- Los sonidos
también pueden llegar a ser muy molestos, por eso aléjate de los ruidos de motores en los vehículos.
- Si crees que con
estas técnicas no es suficiente existen
medicamentos específicos para prevenir el mareo en los viajes. El
dimenhidrinato (Biodramina) es de los que más se utilizan ya que resulta
generalmente efectivo, pero también se encuentran la cinarizina (Stugeron) o la
tietilperazina (Torecan). Sin embargo, como pueden provocar somnolencia no
deben de tomarla los conductores ni tampoco los niños menores de 2 años, aunque
estos aún no suelen sentir mareos al viajar. Para su mayor efectividad es
aconsejable que se tomen dos horas antes de emprender el viaje. En los menores
la dosis ha de ser menor que en la de los adultos y que se especificará en el
prospecto de la medicación.
Recuerda que pese a
las náuseas o el mareo el malestar pasa
en poco tiempo y pronto podrás disfrutar de tu viaje.
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