“HABANA DE LUJO, TRAS
APERTURA”
La mayoría de los cubanos se quedan mirando desde la calle,
aunque algunos, por curiosidad, se atreven a entrar en las tiendas y preguntan
los precios, pero se marchan sin comprar. Les queda para el recuerdo las
selfies que se hacen frente a las vitrinas de los escaparates que protegen los
bolsos Versace o los polos Lacoste.
Marcas tan selectas y al alcance de unos pocos como Armani,
Versace o Montblanc, pero también otras como Women’secret o Mango, han
desembarcado en La Habana con tiendas en la galería comercial del Gran Hotel
Manzana, el primero de lujo plus que se abre en la isla.
Están duros los precios”, dice Idalmis, una habanera que
trabaja en una cercana librería estatal. “Yo creo que ni los turistas van a
poder comprar ahí como no bajen un poco esos precios”.
En Cuba el salario medio no supera los 30 dólares, por lo que
las tiendas están pensadas para los turistas, aunque para muchos de ellos éstas
chocan con los estereotipos que tenían de un país alejado del lujo consumista.
La verdad que no me esperaba encontrar este tipo de tiendas,
si uno viene de vacaciones a Cuba es precisamente huyendo de los centros
comerciales”, aseguró el canadiense Michael McDonnell.
Su céntrica ubicación en La Habana es privilegiada. Junto al
Capitolio y al Gran Teatro, con solo cruzar la calle se puede entrar en el bar
Floridita, el preferido por el escritor estadunidense Ernest
Hemingway para tomar sus daiquirís.
Muy cerca también se encuentra el icónico Paseo del Prado,
que sirvió el año pasado de pasarela para la presentación de la colección de
verano de la casa de modas francesa Chanel.
También en el Paseo del Prado, en medio de edificios
derruidos y otros rehabilitados, el pasado febrero reabrió sus puertas la
perfumería francesa Guerlain, en la misma tienda que había cerrado hace más de
50 años.
La tienda vende colonias de Loewe, Givenchy, Hermès o Dior.
Fragancias que marcan una nueva época en la que conviven el lujo extremo con
los llamados a la austeridad por la recesión económica que vive el país.
El Gran Hotel Manzana es propiedad de la empresa hotelera
cubana Gaviota, que pertenece a las Fuerzas Armadas, y es administrado por
Kempinski, líder en Europa en el sector hotelero de lujo.
Cuenta con 246 habitaciones y servicios como spa, gimnasio y
un bar panorámico con vistas privilegiadas. Dormir en el hotel tampoco está al
alcance de todos. El precio de las habitaciones oscila entre los 400 y los dos
mil 500 dólares la noche.
Nos gustan las joyas, y esto corresponde muy bien a la
filosofía Kempinski”, afirmó a la televisión estatal su director general,
Xavier Destribats.
Su apertura es el principal ejemplo de la apuesta cubana por
el turismo de lujo que se ampliará con otros proyectos que ya están en marcha,
como el hotel Prado y Malecón con la cadena francesa Accor y el hotel Packard
con la española Iberostar.
El objetivo de las autoridades cubanas es atraer a turistas
con mayor poder adquisitivo, que no se conforman con alojarse en los complejos
hoteleros de “sol y playa”, que hasta el momento han sido la gran oferta
cubana.
La aparición de un nuevo segmento de mercado, como es el
incremento de turistas norteamericanos, sirve para poder utilizar todos los
potenciales que tiene Cuba”, dijo Francesc Camps, subdirector general en Cuba
de la cadena hotelera española Meliá.
La reconciliación diplomática con Washington ha disparado las
visitas desde Estados Unidos, convirtiéndose en el segundo país emisor, tan
solo aventajado por Canadá, el líder histórico.
Durante el pasado año la isla superó por primera vez en la
historia los cuatro millones de visitantes, de los cuales 284 mil eran
estadunidenses, aunque todavía Washington les obliga a acogerse a 12 categorías
de permisos especiales para poder viajar a Cuba.
Intercambio educativo, cultural o religioso son las excusas
en las que se escudan los norteamericanos para poder hacer turismo en la isla.
Si Washington levantase la prohibición a sus ciudadanos, según los expertos,
existe un potencial de dos millones anuales de turistas que visitarían la isla.
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