“8 MITOS SOBRE LA INDIA”
India fue
la estrella del reciente Foro Económico Mundial celebrado en Davos, Suiza (un
encuentro mundial de personajes influyentes que se ha vuelto más divertido
desde que algunos iconos de Hollywood decidieron sazonarlo con sus conciencias
culposas.) El alboroto sobre India ha sorprendido a mucha gente que considera
que China es la nación emergente indiscutible. Esta parece ser una ocasión
propicia para tratar ocho mitos acerca de la India de hoy:
1. LA INDIA SE HA DESACELERADO.
A pesar de que la economía sigue aún creciendo a una tasa del 7 por
ciento anual, se ha puesto de moda sostener que la revolución de libre mercado
se ha agotado en la India. No es cierto. India no se está desacelerando. Apenas
esta semana Dell anunció la instalación de una enorme planta y su subsidiaria
local incrementará su fuerza laboral en un 50 por ciento.
2. LA UNICA CONTRIBUCIÓN DE LA INDIA AL MUNDO SON
LOS “CALL-CENTERS”, GRACIAS A SU MANO DE OBRA BARATA.
Las tareas administrativas de apoyo ya no son el atractivo central de
los siempre cambiantes servicios de tecnología informática de la India. En la
actualidad, los hindúes (como se les dice, genérica e incorrectamente, en
castellano) están creando tecnología, a lo que se debe que compañías como
Microsoft estén invirtiendo masivamente allí en investigación y desarrollo de
nuevos productos, en lugar de deslocalizar más centros de atención de llamadas.
Otras áreas de la economía tales como el comercio minorista han estado
expandiéndose a un ritmo espectacular. Las compañías estadounidenses llevaban
tiempo desesperadas por ingresar a ese mercado (con un valor estimado de $250
mil millones), hasta hace muy poco fuertemente protegido.
3. INDIA ESTA CONSPIRANDO CONTRA LOS EE.UU. AL
ATRAER MUCHO DE SU CAPITAL.
En verdad, India
está atrayendo capital de todo el mundo, pero específicamente del Asia. La
mitad del capital detrás del crecimiento alucinante del índice accionario
Sensex en el último año es japonés.
4. EL IRREGULAR CRECIMIENTO ECONOMICO ESTA
CIRCUNCRITO A LUGARES COMO BANGALORE.
De hecho,
la expansión económica está muy descentralizada. Varias otras ciudades, tales
como Madras y Hyderabad en el sur, Mumbai y Pune en el oeste, Nueva Delhi,
Gurgaon, y Noida en el norte, e incluso Calcuta en el este, han experimentado
una poderosa expansión de la actividad económica. El auge del comercio
minorista se ha ubicado principalmente en ciudades como Madras.
5. LA POBREZA NO HA SIDO REDUCIDA.
Está de moda sostener que tan sólo una pequeña minoría se ha
beneficiado con la globalización de la India. La pobreza es aún elevada entre
los mil millones de habitantes de la India, pero lo cierto es que hacia fines
de los años 70 la mitad de la población se encontraba por debajo de la línea de
pobreza (como la denominan los burócratas) y hoy día menos de un tercio está
viviendo en la pobreza. La mayor parte de la población todavía trabaja en la
agricultura y no participa del auge del sector de los servicios, pero eso es
culpa de las draconianas leyes laborales que todavía están impidiéndole a
muchos inversionistas abrir más empresas. La clase media de la India (casi 250
millones de personas) es la más grande del mundo.
6. EL MERCADO LIBRE IMPERA EN LA INDIA.
La economía socialista de la dinastía Nehru-Ghandi que gobernó la
nación durante décadas ha sido transformada y reformada. Varios sectores han
sido liberalizados y/o privatizados. Pero un vistazo de cerca a las muchas
restricciones que aún están en vigor indica que la India tiene un largo camino
por recorrer y que haría bien en continuar con sus reformas a fin de lograr el
pleno desarrollo. Además de las leyes laborales, existen numerosas
restricciones. El sector bancario está aún dominado por entidades
gubernamentales, los inversores extranjeros no pueden ser participantes
mayoritarios en servicios importantes como las telecomunicaciones, el enorme
gasto público absorbe todavía gran parte de los ahorros del país a expensas de
la inversión privada y los aranceles llegan en algunos casos al 25 por ciento.
7. LA DEMOCRACIA IMPIDE LA LIBERALIZACION ECONOMICA.
Correctamente entendida, la democracia es un mecanismo que ayuda a
decidir pacíficamente quién gobierna y de esa manera hace responsables a
quienes detentan el poder. Si bien en el corto plazo las dictaduras parecerían
ser contextos más estables para las reformas, el progreso en última instancia
depende de un proceso de prueba y error que solamente la discusión abierta-el
mercado de las ideas-puede hacer avanzar. Sí, en algunos aspectos la democracia
de la India, donde los hindúes nacionalistas y algunos partidos izquierdistas
radicales juegan un papel importante, ha impedido ciertas medidas draconianas
del tipo realizado por los reformadores chinos. Pero un contexto político
cerrado es un impedimento para el desarrollo a largo plazo, motivo por el cual en
países tales como Taiwán y Corea del Sur que tenían economías en cierto modo
abiertas y sistemas políticos cerrados, una transición hacia la democracia tuvo
eventualmente lugar.
8. LAS REFORMAS DE LIBRE MERCADO TUVIERON POCO QUE
VER CON EL ÉXITO DE LA INDIA.
Las
exitosas reformas de la India comenzaron en los años 80 pero crecieron de
manera exponencial después de 1991. Un factor decisivo para que se
desencadenara el torrente emprendedor fue la (engañosamente denominada) “Nueva
Política Industrial” que terminó con el otorgamiento de licencias para la
inversión y con las barreras a numerosas empresas a las que se les había
impedido participar en distintos mercados en virtud de la legislación
“anti-monopólica”. El comercio demoró en abrirse, especialmente en materia de
bienes de consumo, pero en 2001 esas restricciones fueron también revocadas. El
resultado ha sido una economía en pleno auge.
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