viernes, 8 de septiembre de 2017


“EVITA ESTAS 10 ACTITUDES QUE ODIARAN LAS TRIPULACIONES DE LOS AVIONES”

Los tripulantes de cabina desempeñan una ardua labor, pues no solamente se deben encargar de la comida de los pasajeros, sino que también deben velar por su bienestar y seguridad. Sin embargo, debes recordar que ellos merecen respeto y debes dirigirte a ellos de la mejor manera posible, así que no olvides evitar estas 10 conductas incívicas durante un vuelo, que en muchas ocasiones se trata de pequeños detalles que complican la tarea e incluso la tranquilidad de estos trabajadores del aire.


1. Servicios antes del despegue

Antes del despegue se debe completar obviamente el proceso de embarque que suele ser complicado por aquella madre que se quiere sentar junto a todos sus hijos para no perder de vista lo que hace ninguno, por lo que los tripulantes deben negociar con los demás pasajeros para hacer los respectivos cambios de asiento, a lo que se suman los equipajes de mano que no caben en los compartimientos y los que deben ser enviados sin costo como equipaje, eso sin olvidar el cumplimiento de las normas de seguridad la verificación de que todo el mundo esté en su sitio y con el cinturón de seguridad. Así que, si no se trata de una verdadera urgencia, espera a que el avión esté en el aire para pedir un vaso de agua, una almohada, una cobija extra o unos snacks sin gluten.

2. Irrespetar los lugares destinados al equipaje de mano

Los bolsos y carteras de mano deben permanecer bajo los asientos y las maletas en los habitáculos superiores. Son los únicos espacios reservados a este fin y que no se deben irrespetar pues van en contra de las medidas de seguridad establecidas. Así que los recuerdos, las compras e incluso los peluches comprados en el Duty Free del aeropuerto deben permanecer debajo de la silla frontal y las maletas en el habitáculo superior. No olvides que la consigna de seguridad que te dan antes de que el vuelo despegue dice muy claro: “Por favor, coloquen el equipaje de mano en los compartimientos y los bolsos pequeños bajo los asientos, para disponer de espacio”.

3. Poner los pies en el asiento del pasajero de enfrente

No olvides que el avión es exactamente eso: un avión --y no una playa--, en el que compartes el espacio con muchas personas, así que respeta a los demás y no se te ocurra andar descalzo, y menos apoyar los pies sobre el asiento del pasajero de enfrente, si es que vas en el asiento de los pasillos. Si se trata de un trayecto largo, puedes aflojarte los zapatos o quedarte en medias, pero bajo ninguna circunstancia tus pies pueden ir descalzos.


4. No pidas que te repitan el menú

Habitualmente, en los vuelos de largo radio, dispones de un menú delante de cada asiento, con el fin de que la tripulación pueda servir ágilmente, pero si cada pasajero pregunta qué ofrece el servicio de catering, incluyendo bocadillos, bebidas y snacks, será imposible atender a todos los pasajeros. De ahí que debas revisar el menú y ser ágil en tu decisión. Igualmente ocurre cuando se sirve un café, no cuesta nada aclarar de entrada si se lo quiere con leche o sin azúcar, para agilizar el trámite.

5. Uso de auriculares

Cuando la tripulación te pregunte qué deseas a la hora de las comidas, no olvides que debes retirarte los auriculares, pues si te empeñas en dejártelos puestos con música o el audio de la película a alto volumen, los tripulantes no podrán responder a los gritos.

6. Desatender las normas de seguridad

Las personas que viajan con alguna frecuencia ya están habituadas a escuchar y es posible incluso que hayan memorizado las normas de seguridad, después de haberlas escuchado cientos de veces, siempre es necesario prestar atención cuando se dan las indicaciones de seguridad. Por ello, cuando describen qué hacer (y qué no), lo menos que se pide es que los pasajeros pongan algo de atención. También irrita que los pasajeros ignoren las órdenes, como la señal luminosa de mantener los cinturones abrochados. Aunque el avión haya aterrizado, no se debe quitar hasta que el capitán apague el anuncio luminoso.

7. Llamar si no es necesario

El botón de llamada de los tripulantes no es un juguete, así que no permitas que tus niños pequeños jueguen con él y menos aún hagas uso tú de ese llamado si no hay una verdadera necesidad. Si se requiere un vaso de agua, no cuesta mucho levantarse y pedirlo en el galley.


8. Formas despectivas de llamar

Los tripulantes están allí para ayudarte, pero eso no significa que puedas llamarlos de cualquier manera, incluso si están cerca de tu asiento. Por ello, evita tocarles el cuerpo para llamar su atención o demandar su presencia silbando, aplaudiendo o chasqueando los dedos. Esas formas son para los animales domésticos, no para los tripulantes de tu vuelo.

9. Ir al baño cuando no está permitido

No debes olvidar que cuando el capitán indica que debes permanecer en tu asiento y con el cinturón abrochado, eso es todo lo que debes hacer, pues puedes poner en riesgo tu vida e incluso la de los tripulantes cuando decides desatender esta consigna e ir al baño mientras hay turbulencias o se ha iniciado el proceso de aterrizaje o de despegue.

10. El galley no es una sala de estiramientos

Es cierto que un viaje de más de tres horas hace que los músculos se contraigan, pero eso no implica que puedas dirigirte al galley (es decir, donde se encuentran los carritos con los productos de servicio y con más espacio que los corredores para preparar las comidas) para hacer una sesión de estiramientos y casi una sesión de yoga para flexionar tus músculos.



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