martes, 19 de septiembre de 2017


“HOKKAIDO, EL JAPON HELADO DEL QUE TE ENAMORARAS”

A pesar de ser, con diferencia, el territorio más grande de Japón en cuanto a superficie, sorprende descubrir que menos del 5% de la población nipona vive en esta prefectura, lo que la convierte en uno de los destinos ideales para los amantes de la naturaleza virgen. Incluso su capital, Sapporo, con sus calles amplias y casi desiertas en comparación con las de Tokio u Osaka, parece respirar un aire diferente.

No es de extrañar, teniendo en cuenta lo cerca que se encuentra esta isla de Siberia y de sus vientos helados. Pero Hokkaido no es solo frío y nieve, y al viajero que le interese saborear un poco de norte no debería pasarla por alto.


HISTORIA

Hokkaido (北海道) significa, literalmente, "Camino del Mar del Norte", pero a esta isla con forma de animal marino no siempre se la conoció por este nombre. Se cree que los primeros habitantes de Hokkaido llegaron a esta tierra a través de la actual isla rusa de Sajalín.

Entonces, Hokkaido era conocida como Ainu Moshiri ("Tierra de los Ainu", es decir, de los "humanos"), por lo que a estos primeros colonizadores se les conoce como Ainu. La leyenda cuenta que los Ainus primogénitos nacieron de la relación de un lobo blanco con una diosa, lo que evidencia la cercanía de estas tribus con la naturaleza, contacto que todavía forma parte del Hokkaido de hoy en día.

Al igual que ocurriría con Okinawa, la cultura Ainu también tuvo que luchar contra el avance imperable de los Wajin (como se conoce a los pueblos principales de Japón) hacia los territorios del norte, a los que éstos llamaban entonces Ezo o Ezochi. Siendo un pueblo que subsistía a base de la pesca, la caza y el intercambio de arroz con el resto de Japón y sin gran fuerza militar, pronto los Ainu vieron como aumentaba la ocupación de sus tierras con la excusa de frenar la expansión de los pueblos provenientes del norte.

Sin embargo, los Ainu nunca fueron víctimas pasivas, y desde que la presencia nipona se volviese gradualmente más intrusiva, las revueltas e incluso batallas fueron constantes entre ambos territorios. La resistencia por parte de los aborígenes no disminuyó el interés del resto de Japón por Hokkaido y sus ricos recursos naturales.

Con la llegada del siglo XIX, la población Ainu estaba diezmada y, en el año 1899, Japón aprobó una ley conocida como Ley de Protección de los Anteriores Aborígenes de Hokkaido, que arrebató los territorios a los Ainu y terminó por poner en peligro sus costumbres, casi todas prohibidas para entonces.


Esta ley perpetuó los prejuicios contra los primeros habitantes de Hokkaido al calificarlos directamente de ciudadanos de segunda en su propia tierra. Para el final de la restauración Meiji, Ainu Moshiri era un lugar totalmente distinto al que los Ainu conocían, no solo por la presencia japonesa, sino también por la influencia occidental que contribuyó a que la isla pasara a llamarse Hokkaido, topónimo que ha llegado hasta nuestros días.

No sería hasta el año 2008 que los Ainu recuperarían su condición de pueblo indígena, con una historia, cultura, lengua y tradiciones diferentes a los del resto del país reconocidas por el gobierno japonés. Sin embargo, hoy en día, la lucha de los Ainu por la protección de su pasado, sus tierras y la recuperación de sus tradiciones continúa; Hokkaido es, sin duda, un lugar distinto, moldeado precisamente por este pasado y esta lucha, y por la defensa y respeto de su hermosa naturaleza.

¿QUÉ VISITAR?

Hokkaido casi nunca forma parte de la agenda del viajero que visita Japón por primera vez, probablemente por su lejanía con el resto de las zonas más populares del país. Sin embargo, debería ser un destino fundamental para los amantes de la naturaleza, sobre todo de montaña, y para todo aquel que quiera disfrutar de un Japón un poco diferente, con una belleza única y una historia que todos deberían conocer.

La manera ideal de recorrer la isla sería en coche o en bicicleta, pues tener un transporte propio permite visitar los lugares más recónditos y bellos de este territorio. Aun así, para el viajero que no puede permitirse ninguno de estos dos medios de transporte, la red de trenes y autobuses es considerablemente amplia y permite llegar a los puntos de mayor interés de la prefectura. Eso sí, es aconsejable estar pendientes del tiempo, porque la lluvia intensa o la nieve pueden parar el tránsito momentáneamente en algunas estaciones.

Llama la atención el excelente servicio en inglés que hay en casi todos los medios de transporte y zonas turísticas, posiblemente debido a que Hokkaido se expandió y modernizó fundamentalmente durante el período Meiji, bajo la influencia occidental.

Asimismo, el hecho de que Hokkaido fuese una sociedad agrícola hasta hace considerablemente poco, convierte a esta zona de Japón en un destino perfecto para practicar senderismo, relajarse en sus muchos onsen (baños de aguas termales) naturales y para observar algunas de las especies de flora y fauna que solo se encuentran en esta zona del país.


PRINCIPALES CIUDADES DE INTERÉS

A pesar de que Hokkaido es famoso internacionalmente por sus enclaves naturales, sus ciudades, casi todos proyectos nacidos durante la restauración Meiji, son un ejemplo de habitabilidad y armonía mezclada con modernidad, buenos restaurantes y vida nocturna.

Sapporo

Sapporo se convirtió en la capital de Japón en el año 1868, año en que se comenzó a planificar su desarrollo. Hasta entonces, Sapporo había sido un enclave Ainu conocido como Sariporo-betsu (o río que fluye entre cañaverales), nombre con el que se conocía también al río que lo cruza. Hasta el año 1821, los Ainu vivían tranquilamente subsistiendo a base de la cazay la pesca en esta zona de la prefectura.

Con la planificación del gobierno Meiji, sin embargo, la zona se convirtió en lo que vemos hoy en día. Sus calles rectas y amplias, junto con un gran número de zonas reservadas para parques y espacios públicos, la convierten en un lugar muy agradable tanto para vivir como para visitar. Es precisamente su aspecto rectilíneo el que evidencia su influencia occidental, diseño llevado a cabo con la ayuda de arquitectos europeos y estadounidenses.

Sapporo es, sobre todo, una ciudad verde y pensada para pasear. El parque Odori Koen, que cruza la urbe por la mitad, es un ejemplo de ello. En verano, este frondoso parque se llena de gente disfrutando de las buenas temperaturas y de los festivales y conciertos que se llevan a cabo aquí. En invierno, es hogar del famoso Yuki Matsuri (Festival de la nieve) de Sapporo, que atrae a millones de personas que quieren gozar de la visión de gigantescas esculturas hechas con nieve.


Cerca de este parque se encuentra la Torre de Televisión, a la que se puede subir para disfrutar de las vistas de la ciudad desde lo alto. Si se quiere aprender un poco de historia, no se debería eludir el antiguo edificio del Gobierno de Hokkaido, una construcción neobarroca del año 1888 cuyo interior alberga una exposición de arte con piezas históricas. Está situada en un parque perfecto para pasear. También merece una visita el antiguo edificio de la Audiencia de Sapporo, una construcción de ladrillo rojo igual de impresionante, con un museo sobre historia en su interior.

Aparte de por el Yuki Matsuri, el verano es, sin duda, la mejor época para visitar Sapporo debido a las temperaturas agradables y el ambiente acogedor de la ciudad. En esta época del año, aparecen terrazas al aire libre por todas partes, conocidas como Beer Garden, donde se puede degustar todo tipo de comida, y, sobre todo, la cerveza Sapporo, deliciosa y convertida en todo un símbolo de la ciudad.

De hecho, el amante de esta bebida no debería olvidarse de visitar el Sapporo Bier Garten, situado en la fábrica original de cerveza Sapporo. Éste lugar, a medio camino entre un museo y una cervecería, enseña al visitante la historia de este famoso brebaje y permite entender por qué la creación de esta fábrica en el año 1876 fue tan importante para la economía de Hokkaido.

Por alrededor de cuatro euros, se puede disfrutar de una guía por la fábrica, con explicaciones realmente interesantes sobre su historia, cata de cerveza incluida. En caso de ir con niños o con gente que no consume alcohol, existe la posibilidad de pedir cerveza sin alcohol o zumo.

Hakodate

Situada al sur de la prefectura, en lo que parece la cola del animal marino que conforma esta isla, se encuentra la ciudad histórica de Hakodate. Al igual que ocurrió con Sapporo, Hakodate se expandió principalmente durante la era Meiji, y esta realidad es visible en sus calles, en el tranvía que la recorre entera y en sus edificios de ladrillo. Hakodate es una ciudad costera y tranquila, cuyo principal atractivo es su historia.

Su atracción más conocida es el fuerte Goryo-kaku (literalmente, "fuerte de cinco lados"). Su nombre viene dado por su característica forma de estrella, construida a imagen y semejanza de los fuertes de estilo occidental. Casi no queda nada en pie de la construcción antigua, pero pasear por los jardines de la fortaleza es increíblemente bello. Además, si se quiere observar la estrella desde el aire, hay una torre justo al lado, la torre Goryo-kaku, que ofrece unas vistas impresionantes de la fortaleza y de toda la ciudad.

Aparte del Goryo-kaku, hay otros edificios históricos repartidos por toda la población, como el distrito de los almacenes de ladrillo rojo o la iglesia ortodoxa rusa. Para finalizar la visita, se recomienda subir en funicular hasta la Hakodate-yama, o monte Hakodate. Desde aquí, las vistas de Hakodate son impresionantes, sobre todo de noche. Eso sí, incluso en verano hace mucho frío, así que mejor ir bien abrigado.


Otaru

Quizá uno de los lugares preferidos por los japoneses por su atmósfera única, indudablemente romántica. Fue uno de los puertos pesqueros más importantes de Hokkaido y el lugar en donde se construyó la primera estación de ferrocaril de la prefectura. Los edificios que bordean el canal que la recorre de un lado a otro están increíblemente bien cuidados y son muy bonitos. Además, ofrecen restaurantes de muy buena calidad donde disfrutar de platos de marisco fresco.

Entre sus atractivos turísticos más originales está el Museo de las Cajas de Música, que hará las delicias de los aficionados (o no) a este instrumento.

NATURALEZA

Hokkaido, como ya hemos dicho, es, sobre todo, naturaleza; en esta prefectura se encuentran algunos de los más antiguos y mejor cuidados parques naturales del archipiélago. Además, con un clima diferente al de la zona central del país, en Hokkaido se dan especies de flora y fauna que no se pueden encontrar en el resto de la geografía nipona, como el conejo de nieve o el zorro rojo de Hokkaido. Hay muchísimos puntos interesantes para contemplar la vida natural en esta isla, pero los que mencionamos a continuación resultan los más atractivos.

De los 31 parques nacionales de Japón, seis se encuentran en Hokkaido. Por lo tanto, hay mucho donde elegir cuando se visita esta parte del país. Entre los más destacados y de más fácil acceso se encuentran el Parque Nacional de Daitsetsuzan, que es particularmente bonito durante los meses de otoño e invierno. Con volcanes, onsen y largas rutas de senderismo, es perfecto para aquellos que quieran olvidarse de la civilización por un tiempo.

El Parque Nacional Rishiri-Rebun-Sarobetsu, por su parte, une montaña y costa. Durante la temporada de floración, su suelo se cubre de cientos de flores de colores. También es digno de mención el Parque Nacional Shikotsu-Toya, cuyo nombre hace referencia a los dos lagos volcánicos que alberga. El resto de los Parques Nacionales son el Shiretoko (Patrimonio de la UNESCO), el Akan (cuyo lago es considerado el más hermoso del país), y el Kushiro-shitsugen (perfecto para observar a las grullas japonesas).

Además de los Parques Nacionales, existe un gran número de zonas para hacer senderismo o simplemente disfrutar al aire libre. Este es el caso de Furano, una de las localidades más interiores de Japón. Durante el verano, sus colinas se tiñen de morado, cubiertas de los campos de lavanda que están en máximo florecimiento durante esta estación en la Granja Tomita. Sin embargo, el invierno también es perfecto, ya que Furano es uno de los mejores destinos para practicar esquí.

Son precisamente los deportes de nieve los que atraen a turistas de todo el mundo a la zona más norte de Japón. Debido a los vientos fríos que azotan a Hokkaido durante casi todo el año, esta zona del país es particularmente querida por los amantes del esquí y el snowboard. No es una exageración denonimar a Hokkaido como uno de los mejores destinos para practicarlos gracias a su famosa nieve en polvo (japow), casi exclusiva de Hokkaido y que hace de la práctica de este deporte una auténtica delicia.


Asimismo, se trata de uno de los destinos más seguro para practicar esquí por libre, ya que hasta las zonas no señalizadas están protegidas de las avalanchas. La temporada abarca de diciembre a marzo, y entre las mejores pistas se encuentran Niseko, Rusutsu o la zona Olímpica de Sapporo.

GASTRONOMÍA

Hokkaido es merecidamente famosa por su comida y su bebida. Debido a su clima único, y a su pasado Ainu, en Hokkaido se pueden degustar platos que no son típicos del resto de Japón. Para aplacar el frío, sobre todo en invierno, se recomienda probar los tradicionales guisos de cuchara Ainu, o Nabemono (鍋物), así como los fideos ramen con mantequilla y maíz. No solo son un verdadero placer para los sentidos, sino también un calentador corporal casi instantáneo.

Los amantes de la carne no deberían pasar por alto el Genghis Khan (o Jingisukan), carne de cordero a la parrilla y salteada con todo tipo de especias cuyo nombre se dice que viene dado por la preferencia de los soldados mongoles por la carne de este animal. Si no se quiere gastar mucho dinero, pero se quiere comer buena carne, la cadena de izakaya (pub japonés) Kushidori es una buena alternativa. En ella se sirve, sobre todo, Yakitori, un tipo de brocheta de pollo a la parrilla deliciosa.

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