“¿ESTAMOS ANTE EL
PRINCIPIO DEL FIN DE LOS AGENTES DE VIAJES?”
Los robots y demás máquinas inteligentes no solo nos harán la
vida más fácil, sino que también influirán positivamente en nuestra forma de
viajar. Por eso, hablar sobre nuestros desplazamientos del futuro es hacerlo
inevitablemente de los cambios que nos traerá el desarrollo de la inteligencia
artificial.
Más allá de la automatización del transporte o los avances en
velocidad, un informe del gigante IBM ha demostrado la importancia de la
tecnología cognitiva para el sector turístico. Para ello se ha entrevistado a
más de 300 ejecutivos del sector del turismo y el transporte de 14 países
diferentes, profesionales que han demostrado su interés por desarrollar futuros
proyectos que permitirán ofrecer experiencias mucho más personalizadas a los
clientes.
Esta tecnología se basa principalmente en la capacidad de las
máquinas para aprender sobre el entorno y tomar decisiones propias en base a su
conocimiento. Aunque no sólo es cosa del mañana. En la actualidad, ya existen
varias empresas del sector turístico como Expedia que han comenzado a confiar
en la tecnología cognitiva, lo que nos permite imaginar lo que nos depararán
los viajes del futuro.
DE CHATS AMIGOS A
ROBOTS QUE TE GUÍAN POR LOS AEROPUERTOS
La personalización en las respuestas y servicios es una de
las grandes ventajas que ofrecen estas mentes inteligentes. En este sentido, la
agencia de viajes onlineExpedia cuenta conbots que permiten mantener
conversaciones en lenguaje natural para realizar búsquedas complejas y devolver
resultados personalizados.
Los usuarios pueden utilizar sus asistentes virtuales a
través de Facebook Messenger o Skype. Así podrán buscar y hacer reservas de
hotel fácilmente o incluso gestionar ciertos elementos del viaje como las
confirmaciones o cancelaciones de los vuelos.
Incluso estos asistentes virtuales te echan una mano en
destinos concretos. Es el caso de Lanzarote, donde podrás planear tu visita por
la isla gracias al dispositivo inteligente SmartEcoMap.
Desarrollado con el pionero sistema Watson de IBM, hablar con
Eco es como hacerlo con un amigo que vive en el lugar y te da los mejores
consejos sobre qué hacer durante tu estancia: desde actividades hasta los
lugares más recomendables para visitar, según el tiempo y tus intereses. Eso
sí, con un valor añadido, ya que también te facilitará, por ejemplo, la reserva
de las excursiones que elijas.
Aunque no solo en los destinos viene bien una ayuda de este
tipo: en los aeropuertos estas inteligencias artificiales también pueden
resultar muy útiles para los viajeros. Por ello, la compañía de vuelos KLM ha
comenzado a probar un simpático robot que asiste a los pasajeros durante su
estancia en el aeropuerto. Se llama Spencer y ya se ha dejado ver por el
aeropuerto de Amsterdam-Schiphol.
Sus funciones principales son escanear las tarjetas de
embarque de los viajeros y guiarles dentro del recinto. Para ello avanza automáticamente
esquivando obstáculos, ajustando la velocidad al grupo que le acompañe e
informándoles en todo momento de la distancia que queda para llegar al destino.
Además, el robot es capaz de razonar si se encuentra ante una familia o un
grupo de amigos. Todo para conseguir que la estancia de los viajeros sea lo más
agradable posible, ya que también ofrece sugerencias sobre qué hacer dentro del
aeropuerto antes de subirse al avión.
Aun así, lo que tienen claro es que esta apuesta más que
nunca es necesaria. Según los datos que recoge IBM, el 91% de los ejecutivos
turísticos aseguran que es clave que las inversiones en tecnología cognitiva
estén vinculadas a la estrategia corporativa. De este modo, consideran que
tiene muchas más probabilidades de triunfar.
Sin duda, estas herramientas cognitivas podrían ayudar a los
proveedores de viajes a entender y anticipar las necesidades de los viajeros,
así como proporcionarles ofertas mejoradas y altamente personalizadas. Para
conseguir estos objetivos, el informe de IBM también deja algunas indicaciones
que deberán tomar las empresas turísticas.
La principal será intensificar la recogida y análisis de los
datos. Estos serán la clave de cualquier desarrollo tecnológico que se base en
una mejor atención personalizada al cliente. En este cometido, un gran reto
está en unir estos datos con el contexto. Por ejemplo, recoger si el cliente se
interesa por uno u otro servicio en recepción cuando está a punto de abandonar
el hotel o cuando baja a desayunar. Esto también les facilitará establecer
conexiones y encontrar relaciones que sirvan, además de mejorar las
experiencias de los viajeros, para crear oportunidades comerciales.
Ahora bien, todo ello tendrá sentido si se enmarca dentro de
una estrategia empresarial. Como apunta el informe de IBM, las empresas de
viajes deben resistir la tentación de explorar la tecnología por sí misma y
vincularla a objetivos muchos más globales. “Demasiados proyectos no se centran
en la simple pero importante idea de que la empresa de viajes que
constantemente ofrece la mejor experiencia superará a sus competidores”, recoge
el estudio.
Ahora solo queda esperar a que cada vez más empresas
turísticas comiencen a priorizar estos proyectos empresariales y tecnológicos
tras comprobar el éxito que conseguirán entre sus clientes.
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